Cada año, en pleno verano, Santa Cruz de Tenerife revive la recreación histórica de la Gesta del 25 de julio de 1797, el épico evento en el que la población local logró repeler el ataque de la flota británica comandada por el célebre contraalmirante Horatio Nelson.
En 2025 se conmemora el 228º aniversario de esta batalla, una cita imprescindible no solo para estudiosos y apasionados de la historia militar, sino también para ciudadanos y turistas, emocionalmente involucrados en la representación de los hechos que marcaron aquellos días decisivos para Tenerife.
A finales del siglo XVIII, Santa Cruz era un puerto crucial, estratégicamente situado para las rutas comerciales entre Europa, América y África occidental. Su importancia pronto atrajo la atención de Gran Bretaña, decidida a conquistarlo para debilitar la influencia española en el Atlántico.
En mayo de 1797, dos fragatas inglesas capturaron una fragata española y una corbeta francesa fondeadas en la rada de la ciudad. Este episodio convenció a Nelson de que Santa Cruz era un objetivo vulnerable. El 15 de julio, una poderosa flota británica compuesta por 2.000 hombres y 393 cañones partió de Cádiz con el objetivo de conquistar la isla.
En la noche del 21 al 22 de julio, el avistamiento de las naves inglesas puso en alerta a la población y al gobernador Antonio Gutiérrez de Otero y Santayana, un experimentado comandante militar. Activado inmediatamente un detallado plan defensivo, se evacuaron los civiles más vulnerables y se movilizaron 600 soldados del Batallón de Infantería de Canarias, más de 1.000 milicianos voluntarios y 387 artilleros. A estos se sumaron marineros franceses, soldados de la guarnición de Cuba y numerosos civiles voluntarios.
Tras algunas maniobras de distracción, la flota británica lanzó su ataque decisivo el 25 de julio. En el corazón de la ciudad, cerca del Castillo de San Cristóbal y de las actuales calles del centro histórico, tuvo lugar el enfrentamiento más feroz. La resistencia local fue tenaz y organizada: el propio Nelson resultó gravemente herido y perdió el brazo derecho durante el asalto.
Las fuerzas británicas, desorientadas y en dificultades, pidieron la rendición. El general Gutiérrez, demostrando gran nobleza, permitió su retirada honorable sin más derramamiento de sangre, generando admiración y respeto incluso entre los derrotados.
La victoria tuvo importantes repercusiones: Santa Cruz obtuvo del rey Carlos IV el prestigioso título de “Muy Noble, Leal e Invicta”, ganando autonomía administrativa y prestigio.
Cada año, la conmemoración de la Gesta del 25 de julio sigue siendo una celebración fundamental para la identidad de Tenerife, recordada con orgullo y espíritu festivo. Curiosamente, Nelson es recordado con respeto: actualmente una calle lleva su nombre y un dulce tradicional local, el "brazo de Nelson", recuerda con ironía y afecto este evento histórico.