Las Islas Canarias, gracias a su posición geográfica, al clima favorable y a las características insulares, están emergiendo como un laboratorio viviente de innovación climática. El archipiélago afronta desafíos típicos de las regiones aisladas, como la dependencia energética y la limitada capacidad de almacenamiento, pero al mismo tiempo tiene la oportunidad de experimentar soluciones avanzadas que pueden convertirse en modelos para Europa y más allá.
Energía renovable en crecimiento
En 2024, las Canarias produjeron más de 1,7 millones de megavatios hora de energía procedente de fuentes renovables, marcando un récord histórico. Sin embargo, estas fuentes cubren todavía solo el 20,8% de la demanda eléctrica total, evidenciando la necesidad de acelerar la transición energética . Entre los proyectos más relevantes destaca Chira-Soria en Gran Canaria, que combina 200 MW de potencia con 3,5 GWh de capacidad de almacenamiento mediante bombeo hidroeléctrico, garantizando estabilidad a la red y reduciendo el recurso a los combustibles fósiles.
También en Lanzarote, los parques eólicos activos consiguen cubrir hasta el 35% de la demanda eléctrica en las horas punta, demostrando el potencial de las energías renovables a escala insular.
Políticas nacionales y regionales
A nivel nacional, España ha reforzado sus propias políticas energéticas con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que tiene como objetivo reducir las emisiones, aumentar la cuota de energías renovables y desarrollar infraestructuras para el hidrógeno verde. En 2023, el 73% del mix eléctrico español procedía de fuentes renovables, mientras que fueron autorizados aproximadamente 610 MW de capacidad de almacenamiento para gestionar la intermitencia de la producción. En las Canarias, el proyecto Green Islands integra la producción solar y eólica, sistemas de almacenamiento y redes de distribución eficientes, transformando el archipiélago en un ejemplo de autosuficiencia energética. Paralelamente, las políticas regionales apuntan al desarrollo de la economía circular y a la gestión sostenible de los residuos, contribuyendo a la reducción de las emisiones de metano y al refuerzo de la resiliencia climática.
El hidrógeno verde: un pilar de la innovación
El hidrógeno verde está en el centro de las estrategias de descarbonización de las Canarias y de Europa. Empresas italianas, como Hydrospark, están desarrollando tecnologías innovadoras para la producción y la utilización de hidrógeno con bajas emisiones, con inversiones significativas por parte de grandes grupos industriales, como SIAD y Brembo, destinadas a la producción de pilas de combustible de alta eficiencia.
Las políticas europeas y el papel estratégico del hidrógeno
La Unión Europea, a través de la estrategia RePowerEU, prevé producir antes de 2030 diez millones de toneladas de hidrógeno renovable, apoyada por el paquete Fit for 55, que tiene como objetivo reducir las emisiones en un 55% antes del mismo año y alcanzar la neutralidad climática antes de 2050. Parte de estas iniciativas está dedicada a la creación de clústeres de producción de hidrógeno en los puertos estratégicos y al desarrollo de redes de distribución eficientes para conectar fuentes renovables, industrias y transportes.
Uno de los obstáculos principales es la necesidad de un almacenamiento seguro y de gran capacidad: Europa deberá colmar una brecha de aproximadamente 36 TWh antes de 2030, con inversiones estimadas entre 18 y 36 mil millones de euros. A esto se añaden requisitos normativos estrictos respecto a la adicionalidad y la correlación temporal, que aumentan los costes globales del sistema. Por este motivo, la UE apoya la investigación y la innovación, financiando, a través de Horizon Europe, startups y empresas comprometidas en el desarrollo de este sector.
Las Canarias como modelo replicable
La experiencia de las Canarias demuestra cómo una región ultraperiférica puede convertirse en un laboratorio europeo de innovación, integrando proyectos de descarbonización industrial, producción de energía renovable, sistemas de almacenamiento inteligentes y gestión sostenible de los residuos.
Esta combinación de tecnologías y políticas transforma las islas en centros de excelencia, atrayendo inversiones y startups, mientras que la experiencia madurada en las Canarias puede ser replicada en otras realidades insulares y regiones europeas para reforzar la cohesión y acelerar la transición energética.
En síntesis, las Canarias representan un banco de pruebas fundamental para Europa, demostrando cómo afrontar el desafío climático con pragmatismo e innovación, convirtiéndose en un ejemplo virtuoso de sostenibilidad tanto a nivel continental como global.