El 2025 se presenta como un año de crecimiento moderado, pero al mismo tiempo, rico en oportunidades en sectores emergentes de alto potencial.
Entre estas emergen con fuerza la economía on-chain, alimentada por la blockchain, y los sectores orientados a la sostenibilidad. Dos mundos diferentes, pero unidos por la capacidad de generar valor real en un contexto de incertidumbre global.
Desde el lado tecnológico, la economía on-chain ha superado la fase de experimentación. Los ingresos han alcanzado casi 20 mil millones de dólares y crecen a ritmos cercanos al 60% anual. La tokenización de los activos reales, las plataformas DeFi y los sistemas de pago descentralizados están atrayendo inversiones institucionales y generando nuevas oportunidades para startups y mercados emergentes. Países como Vietnam e India lideran esta revolución con infraestructuras digitales avanzadas, programas de formación y una creciente fuerza laboral tecnológica.
Paralelamente, el mundo de la sostenibilidad está conociendo una nueva madurez. Los consumidores, sobre todo de la Gen Z, requieren productos éticos y transparentes: cosméticos naturales, packaging biodegradable, gadgets solares y soluciones eco-friendly impulsan un mercado que vale más de un billón de dólares. También sectores como el “bienestar digital” y el mercado pet premium muestran un crecimiento constante y una competencia aún limitada.
Estos dos nichos —blockchain y economía verde— se están entrelazando cada vez más. La transparencia de los registros digitales se vuelve valiosa para la trazabilidad sostenible; la tokenización habilita nuevos modelos de financiamiento para los proyectos ambientales; y los particulares buscan soluciones que unan innovación e impacto social. El resultado es una economía más inclusiva, dinámica y orientada al largo plazo, ideal para quien quiere invertir con valentía y visión.