El otoño 2025 trae a las Islas Canarias un viento de renovación que atraviesa museos, espacios urbanos y nuevas galerías, devolviendo al archipiélago la energía cultural que lo distingue desde siempre. Tras los años suspendidos de la pandemia, las islas no se han limitado a reanudar: han levantado la mirada, transformando los desafíos recientes en ocasiones de crecimiento creativo y diálogo global. Hoy las Canarias aparecen como un laboratorio abierto, donde el paisaje encuentra la visión contemporánea, el arte se entrelaza con la comunidad y la tecnología se convierte en lenguaje expresivo.
Un territorio que inspira: la fuerza del archipiélago como materia artística
Las Canarias continúan siendo un lugar donde la geografía habla. Las líneas escarpadas de los volcanes, la intensidad de la luz oceánica, el aliento multicultural modelado por siglos de tránsitos hacen del archipiélago un espacio irresistible para artistas locales e internacionales.
En 2025 este vínculo se hace aún más evidente: muchas exposiciones dedican atención a la relación entre naturaleza e identidad, al tema del habitar, a los paisajes como archivos emocionales.
Entre las experiencias más intensas destaca Los colores de la vida en San Fernando de Maspalomas, un recorrido inmersivo que explora la continuidad entre experiencia cotidiana, memoria y ambiente natural. Aquí cada obra parece crecer de la tierra misma, como si el paisaje fuera un coautor silencioso.
Una red museística en transformación: arquitecturas simbólicas y nuevas visiones
El relanzamiento cultural de las islas pasa a través de instituciones que han sabido abrazar nuevos lenguajes.
En Tenerife, el TEA Tenerife Espacio de las Artes, proyectado por Herzog & de Meuron, es un lugar que no deja nunca de sorprender. Sus superficies de hormigón y luz albergan muestras que atraviesan fotografía, videoarte e instalaciones digitales. Este otoño propone Narrativas del arte 1900–2024, un puente entre pasado y futuro que relee 125 años de experimentación a través de la colección de la RACBA.
En Lanzarote, el Museo Internacional de Arte Contemporáneo (MIAC) continúa encarnando el sueño de César Manrique, que quiso transformar el Castillo de San José en un faro de creatividad y armonía con el territorio. Aquí, la exposición La vida imita el arte de Cristóbal Tabares (hasta 2026) lleva adelante ese diálogo entre tradición y modernidad que Manrique consideraba fundamental para el futuro de la isla.
Las instituciones mayores no son, sin embargo, las únicas protagonistas. El Museo Eduardo Westerdahl en Puerto de la Cruz, dedicado a la vanguardia y al surrealismo, se confirma como una joya escondida capaz de contar una página importante de la historia artística canaria.
Arte digital y nuevas tecnologías: las islas miran hacia adelante
El 2025 marca un punto de inflexión para el arte digital canario.
Desde el primero de noviembre toma vida ARTCAN 2025, un evento dedicado a las estéticas phygital, las instalaciones inmersivas y la creación NFT. Un verdadero laboratorio donde arte y tecnología dialogan sin fronteras, convirtiendo al archipiélago en uno de los polos más innovadores de la escena digital europea.
En Las Palmas, Animayo Gran Canaria celebra su edición deluxe: talleres de animación, collage, fotomontaje, diseño 3D y encuentros con expertos internacionales hacen de este festival un punto de referencia para quien imagina el futuro de lo visual.
Una encrucijada de culturas: las Canarias como puente global
El archipiélago acoge artistas provenientes de Europa, África y América Latina, configurándose como plataforma de intercambio creativo entre tres continentes.
Esta vocación emerge con fuerza en el Phe Festival de Puerto de la Cruz, donde música, arte contemporáneo, sostenibilidad y prácticas participativas conviven. En el sugestivo Castillo de San Felipe toma forma la Phe Gallery, una ventana sobre el arte emergente canario que se enriquece cada año con colaboraciones internacionales.
Del mismo modo, la Semana de la Cultura Italiana en las islas orientales (Lanzarote y Fuerteventura) amplía ulteriormente el horizonte multicultural, con exposiciones, espectáculos y encuentros dedicados al diálogo entre comunidades.
Participación, comunidad y renacimiento: el arte como experiencia compartida
Museos, galerías y centros culturales están adoptando un modelo abierto, donde la cultura se vive más que se observa. Visitas guiadas, talleres, laboratorios para familias y conferencias temáticas están reconstruyendo esa dimensión de encuentro y socialidad que la pandemia había vuelto frágil.
La reapertura del Templo Masónico de Santa Cruz de Tenerife, tras años de restauración, es un símbolo potente de este renacimiento: un lugar rico en historia y misterio, devuelto a la ciudad como espacio cultural compartido.
Un archipiélago que se cuenta a través del arte
El otoño de 2025 devuelve la imagen de un archipiélago en pleno fervor, donde tradición e innovación conviven en un equilibrio fértil. Las exposiciones, los festivales y los nuevos espacios culturales no son solamente eventos de calendario: representan el signo tangible de una comunidad que ha elegido invertir en el arte como herramienta de cuidado colectivo, crecimiento compartido y visión del futuro.
Para quien ama descubrir la cultura a través del territorio y el territorio a través de la cultura, las Canarias nunca han estado tan vivas y acogedoras.

