Le Dune di Maspalomas
Playa del Inglés Maspalomas GC
Las Dunas de Maspalomas son una de las atracciones naturales más icónicas de Gran Canaria y representan un espectáculo único en Europa. Situadas en la parte sur de la isla, estas dunas se extienden por más de 400 hectáreas, creando un vasto desierto de arena dorada que da directamente al océano Atlántico. Las dunas de Maspalomas, con sus formas onduladas, están en continuo cambio debido al viento que sopla desde el mar, creando un paisaje que varía constantemente y ofrece vistas siempre nuevas y espectaculares. Este sistema dunar, que ha sido declarado Reserva Natural Especial, es un ecosistema frágil y único, que alberga una variedad de especies vegetales y animales adaptadas a vivir en un ambiente árido y salino.
Entre las especies más características se encuentra la lagartija de Gran Canaria, una lagartija endémica de la isla, y numerosas aves migratorias que encuentran refugio en la laguna de La Charca, situada dentro del complejo de las dunas. La Charca es un oasis de agua dulce rodeado de palmeras, donde es posible observar garzas, flamencos y otras especies de aves en un entorno tranquilo y sereno.
Las dunas de Maspalomas también son un lugar ideal para un paseo relajante, inmersos en un paisaje surrealista que recuerda a los desiertos del Sahara, pero con el mar de fondo. La zona ofrece diversas oportunidades para los amantes de la naturaleza, el avistamiento de aves y la fotografía, gracias a la espectacular luz que caracteriza el lugar, especialmente al amanecer y al atardecer.
Las dunas son de fácil acceso desde la cercana localidad turística de Playa del Inglés, una de las más frecuentadas de la isla, que ofrece numerosos servicios e infraestructuras turísticas. Sin embargo, a pesar de su proximidad a los centros turísticos, las dunas mantienen una atmósfera de tranquilidad y aislamiento, lo que las convierte en un lugar perfecto para quienes buscan una escapatoria de la rutina diaria y un contacto directo con la naturaleza.
Las Dunas de Maspalomas son una parada obligatoria para quienes visitan Gran Canaria, un lugar donde la belleza de la naturaleza se manifiesta en toda su majestuosidad y donde es posible vivir una experiencia única e inolvidable.