Pasear por los parques naturales de Lanzarote: descubriendo la isla del fuego

Scritto il 10/10/2025
da Redacción

Lanzarote, la isla más volcánica de las Canarias, ofrece un paisaje que parece sacado de otro planeta. Entre cráteres, coladas de lava y acantilados que se precipitan al océano, sus paseos por los parques naturales son una experiencia que combina aventura y contemplación.
Declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1993, la isla es un ejemplo extraordinario de convivencia entre el hombre y la naturaleza, donde los senderos se convierten en auténticos caminos de descubrimiento.

Timanfaya, el corazón de fuego de la isla

El Parque Nacional de Timanfaya es la principal atracción natural de Lanzarote. Sus «Montañas del Fuego» se extienden a lo largo de más de 50 km² de paisajes volcánicos formados por las erupciones del siglo XVIII.
La mayor parte del parque se visita a lo largo de la Ruta de los Volcanes, un recorrido panorámico en autobús, pero también hay excursiones a pie, como la Ruta de la Travesía o la Ruta del Litoral, accesibles solo con guías autorizados.
Aquí la naturaleza muestra su poderío: el suelo aún emana calor y los colores, desde el negro profundo al rojo intenso, crean un contraste impresionante con el azul del cielo y el océano.

Trekking entre calderas y paisajes lunares

Entre las rutas más sugerentes destaca la de la Caldera Blanca, un cráter de más de un kilómetro de diámetro al que se llega tras una caminata de unos 10 kilómetros entre extensiones de lava y rocas modeladas por el viento. Desde la cima, la vista de la isla es espectacular.
Más corto pero igualmente fascinante es el trekking a la Caldera de los Cuervos, donde se puede entrar en un antiguo cráter y observar de cerca las diferentes formas de la lava. Ambos senderos ofrecen una inmersión total en un entorno volcánico único en el mundo.

Volcán de la Corona y Risco de Famara: el norte salvaje

En el norte de la isla, el Volcán de la Corona ofrece una ruta más suave, ideal para quienes desean disfrutar de un paseo panorámico. En unas dos horas se llega a la cima del cráter, desde donde se domina el paisaje hasta la pequeña isla de La Graciosa.
No muy lejos, el Risco de Famara ofrece una de las rutas de senderismo más espectaculares de Lanzarote: un sendero que bordea acantilados de cientos de metros de altura, azotados por el viento e iluminados por una luz dorada. Es el lugar ideal para quienes buscan silencio y horizontes infinitos.

Los Ajaches y los senderos costeros

Al sur, el Monumento Natural de Los Ajaches muestra el lado más suave y marítimo de la isla. La ruta desde Playa Blanca hasta las playas de Papagayo recorre la costa entre colinas volcánicas y calas de aguas turquesas.
Es un itinerario perfecto para quienes desean alternar naturaleza y relajación, con paradas para darse un baño o admirar las puestas de sol sobre el océano.

Caminar con respeto

Los paseos por los parques naturales de Lanzarote no solo son una forma de descubrir su belleza geológica, sino también una invitación a la lentitud y al respeto.
Cada paso cuenta la historia del renacimiento de un territorio que, tras haber sido destruido por el fuego, ha sabido recrearse en perfecto equilibrio con la naturaleza.
En una época de ritmos frenéticos, los senderos de Lanzarote nos recuerdan que a veces basta con caminar para recuperar la armonía con el mundo.