La violencia de género representa una de las más graves y extendidas violaciones de los derechos humanos, un problema que persiste en todos los rincones del mundo y que sigue afectando a millones de mujeres, poniendo en riesgo su seguridad, dignidad y libertad. Las Islas Canarias, conscientes de esta realidad, han reforzado su compromiso en la lucha contra esta lacra, convirtiéndose en un ejemplo concreto de sensibilización y acción colectiva. La jornada del 25 de noviembre, designada como Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, ha sido una vez más una oportunidad para reflexionar, denunciar y actuar. Sin embargo, la determinación del pueblo y de las instituciones de las Canarias va más allá de esta conmemoración, con iniciativas y campañas que se desarrollan durante todo el año.
El 25 de noviembre de 2024 estuvo marcado por una fuerte participación pública en las Islas Canarias. Las principales ciudades del archipiélago vieron desfilar a miles de personas que se reunieron para reiterar el rechazo a la violencia de género. En Las Palmas de Gran Canaria, la Red Feminista de Gran Canaria organizó una marcha que, partiendo desde la Plaza O’Shanahan, concluyó en el Parque San Telmo. Paralelamente, en Santa Cruz de Tenerife, el Foro Contra la Violencia de Género de Tenerife coordinó una manifestación que recorrió las calles centrales de la ciudad, desde la Plaza Weyler hasta la Plaza del Príncipe.
Estos eventos no solo fueron un momento de solidaridad con las víctimas, sino también una oportunidad para educar y sensibilizar a la población. Las voces unidas de miles de personas destacaron la necesidad de seguir combatiendo una cultura que perpetúa la violencia y la opresión de género. Las manifestaciones estuvieron acompañadas de intervenciones de expertos, lecturas de manifiestos y actuaciones artísticas, todas dirigidas a subrayar la gravedad de la situación y la urgencia de un cambio.
A las manifestaciones se sumó el trabajo constante de las instituciones locales, insulares y regionales, que han desempeñado un papel clave en la promoción de una cultura de igualdad y en el apoyo a las víctimas. El Cabildo de Fuerteventura organizó un evento conmemorativo en el Centro Insular de Juventud, durante el cual se presentó el lema "A veces el monstruo está cerca". Este eslogan destacó una de las formas más insidiosas y devastadoras de la violencia de género: la violencia vicaria, que a menudo ocurre dentro de los hogares y afecta a los familiares más cercanos.
Durante el evento se presentaron proyectos innovadores, como el taller de diseño textil liderado por Teresa de la Iglesia Saiz y la iniciativa de fotografía terapéutica Mirarte, dirigida por Vanesa Díaz Camacho. Estos proyectos ofrecieron a las víctimas herramientas para procesar el trauma y reconstruir su identidad. Además, el encuentro incluyó interpretaciones artísticas, como la canción "Que nadie" de Manuel Carrasco, que aportaron un elemento emocional y simbólico a la ceremonia.
También en La Gomera, el Cabildo insular reafirmó su compromiso organizando un acto de reflexión y conmemoración. Durante este evento, se leyó un manifiesto que subrayó la importancia de fortalecer las políticas públicas contra la violencia de género, promoviendo la cooperación entre instituciones, asociaciones y comunidades locales. La demanda de más recursos y competencias para las autoridades locales fue central, así como la necesidad de incluir en los programas escolares medidas educativas que sensibilicen a los jóvenes sobre el tema.
Las Islas Canarias cuentan con una red de apoyo a las víctimas que se distingue por su amplitud y accesibilidad. En Las Palmas de Gran Canaria, la Casa Municipal de la Mujer representa un punto de referencia fundamental, ofreciendo servicios de asesoramiento, apoyo psicológico y asistencia legal. Además, la Policía Local dispone de una Unidad de Protección y Acompañamiento Local (UPAL), encargada de brindar protección y apoyo a las mujeres que denuncian situaciones de violencia.
En Santa Cruz de Tenerife, el Ayuntamiento ha ampliado sus programas de sensibilización, enfocándose este año en un grupo particularmente vulnerable: las mujeres con discapacidad. Este enfoque inclusivo refleja una comprensión más amplia y profunda de las múltiples formas de violencia y discriminación que enfrentan estas mujeres, no solo como víctimas de violencia de género, sino también como blancos de estereotipos y prejuicios relacionados con su condición.
La prevención de la violencia de género pasa inevitablemente por la educación. Las escuelas de las Canarias desempeñan un papel crucial en este proceso, con programas que abordan temas como la igualdad de género, el respeto mutuo y la lucha contra los estereotipos. Durante todo el año, conferencias, talleres y proyectos interactivos han involucrado a estudiantes de todas las edades, creando una nueva generación más consciente y sensible.
Las iniciativas educativas también se han extendido fuera de las escuelas, involucrando a la comunidad a través de campañas de sensibilización y actividades formativas. En San Sebastián de La Gomera, por ejemplo, el Ayuntamiento lanzó la campaña "Pasos que Abren Puertas", que ha transformado muchos comercios en espacios seguros para las mujeres, gracias a una formación específica ofrecida a los empresarios locales.
Las iniciativas de las Canarias contra la violencia de género son un ejemplo tangible de cómo la colaboración entre instituciones, organizaciones y ciudadanos puede generar un impacto significativo. Sin embargo, como han señalado muchos líderes locales, el camino hacia una sociedad libre de violencia de género sigue siendo largo. La violencia contra las mujeres no es solo un problema individual, sino una cuestión estructural que requiere un cambio cultural profundo.
Las autoridades de las Canarias han reiterado la importancia de mantener la atención sobre este tema, no solo durante las conmemoraciones oficiales, sino todos los días del año. La integración de la perspectiva de género en todas las políticas públicas, el fortalecimiento de los servicios de apoyo y la educación continua representan los pilares de este compromiso.
Las Islas Canarias demuestran que la lucha contra la violencia de género requiere un esfuerzo colectivo y continuo. Cada iniciativa, desde las manifestaciones públicas hasta las intervenciones legislativas, desde los programas educativos hasta las campañas de sensibilización, contribuye a construir una sociedad más justa y segura. Sin embargo, el camino aún es largo, y como han subrayado las autoridades locales, no se puede bajar la guardia. Cada acción, cada voz y cada paso adelante son esenciales para eliminar la violencia de género y garantizar un futuro en el que cada mujer pueda vivir libre de miedo y con dignidad.