Las Islas Canarias se confirman en 2024 como la comunidad autónoma con la deuda pública per cápita más baja de España, un dato que subraya la solidez de la gestión económica del archipiélago y representa un logro significativo en el panorama nacional. A finales de 2023, la deuda por habitante se situaba en 2.928,13 euros, una cifra muy inferior a la media nacional, que alcanza los 6.745,64 euros. Este resultado es fruto de una estrategia de gestión financiera rigurosa y orientada a la sostenibilidad, que ha permitido contener la deuda sin sacrificar inversiones ni servicios públicos esenciales.
Un reconocimiento adicional a esta política llega de la agencia de calificación Standard & Poor’s, que en 2024 ha confirmado para Canarias una calificación de ‘A’, la misma otorgada al gobierno central de España. La perspectiva estable, mantenida ininterrumpidamente desde marzo de 2022, destaca la capacidad de la región para mantener un presupuesto equilibrado incluso en un contexto económico global caracterizado por incertidumbres e inestabilidad. Según el informe de S&P, los factores clave que sostienen este resultado incluyen un bajo nivel de endeudamiento en relación con el PIB regional, una posición de liquidez excepcional que garantiza flexibilidad en la gestión financiera y una recuperación económica sostenida, impulsada en gran parte por el sector turístico y una diversificación económica gradual.
Los datos del Banco de España muestran que la deuda pública de Canarias representa el 11,2% del PIB regional, uno de los valores más bajos entre todas las comunidades autónomas españolas, confirmando la eficacia de las políticas adoptadas para limitar el endeudamiento y mantener la sostenibilidad fiscal. La fuerte recuperación económica del archipiélago, sostenida por un turismo en constante crecimiento y por iniciativas para el desarrollo de sectores innovadores como las energías renovables y la digitalización, ha contribuido a consolidar estos resultados.
En 2024, el turismo, pilar de la economía canaria, sigue registrando excelentes resultados gracias a una estrategia orientada a aumentar el gasto per cápita de los turistas y a mejorar la calidad de la oferta. Las inversiones en infraestructuras y tecnologías están favoreciendo una transición hacia una economía más diversificada. Esta combinación de políticas fiscales prudentes y crecimiento económico convierte a Canarias en un modelo virtuoso para otras comunidades autónomas españolas, demostrando que es posible perseguir la estabilidad financiera sin renunciar a las inversiones necesarias para el desarrollo.
Mirando al futuro, la economía de Canarias parece destinada a consolidar aún más su posición gracias a una combinación de políticas fiscales prudentes y la capacidad de adaptarse a los cambios internacionales. A nivel global, factores como el aumento de los costes energéticos, las tensiones geopolíticas y los retos relacionados con la transición verde y digital podrían influir en los mercados, pero Canarias, gracias a su capacidad para atraer inversiones estratégicas, está bien posicionada para afrontar estos desafíos. En conjunto, el archipiélago tiene todo a su favor para mantener un crecimiento estable y resiliente. Sin embargo, el éxito futuro dependerá de la capacidad para equilibrar las dinámicas económicas globales con las especificidades locales, transformando los desafíos internacionales en nuevas oportunidades de desarrollo.