En Italia, el 26 de diciembre es festivo nacional. Se lo dedicamos a San Esteban, el primer mártir cristiano y, siendo honestos, el santo patrón de las sobras navideñas. Porque sí, mientras que el día de Navidad se pasa comiendo, el día de San Esteban es perfecto para atacar lo que quedó en la nevera y visitar a los parientes.
¿Y por qué esta fiesta? Además de la razón religiosa (muy importante, claro), también hay una práctica: extender un poco más las vacaciones navideñas. Desde 1947, el gobierno italiano dijo: "¿Por qué no damos un día más?". Y aquí estamos, felices de tener una excusa para no volver a la oficina tan pronto.
En España, en cambio, el 26 de diciembre es un día normal y corriente. ¿Por qué? Porque los españoles apuestan todo a los Reyes Magos el 6 de enero. Es como si dijeran: "Navidad está bien, pero ¿han visto los regalos que traen tres tipos en camellos?" Cada país con sus prioridades, y en España el 26 es ideal para digerir en calma.