Una anomalía geológica en el Teide llama la atención de los expertos.

Scritto il 01/02/2025
da VivileCanarie ,

Un leve levantamiento del terreno registrado desde 2023 en la zona del Teide ha llevado a los vulcanólogos a intensificar la vigilancia de la actividad geológica en Tenerife.

Aunque este fenómeno no parece indicar riesgos inmediatos de erupción, los expertos subrayan la importancia de mantener una vigilancia constante para comprender mejor las dinámicas del sistema volcánico de la isla.

Desde 2016, la actividad sísmica y otros indicadores geológicos en Tenerife han mostrado una intensificación gradual.

Sin embargo, desde 2022, esta evolución parece haberse acelerado, generando una variación del terreno que, en algunas áreas, ha alcanzado un levantamiento máximo de un centímetro.

Este dato, aunque está en el límite de detección de los instrumentos, ha sido confirmado por el equipo del Instituto Geográfico Nacional (IGN), que ha descartado que el fenómeno tenga un origen magmático directo, atribuyéndolo más bien a un posible reajuste del sistema volcánico.

El levantamiento observado no se puede comparar con las deformaciones rápidas y significativas que suelen preceder una erupción volcánica, como las registradas en La Palma en 2021, donde el terreno llegó a elevarse decenas de centímetros en pocos días.

A pesar de ello, el fenómeno requiere atención constante, especialmente considerando el incremento en la frecuencia de enjambres sísmicos registrados en la zona en los últimos años.

Además, se planea fortalecer el monitoreo con la instalación de instrumentos más avanzados, como inclinómetros capaces de detectar movimientos imperceptibles en el terreno hasta una profundidad de 30 metros.

La actividad volcánica en Tenerife sigue ciclos largos y a menudo impredecibles.

Los posibles signos precursores de una erupción podrían manifestarse años antes de un evento significativo o, en algunos casos, no llevar a una erupción.

Sin embargo, se están tomando medidas para mejorar la preparación, incluyendo simulacros y ejercicios destinados a sensibilizar a la población local.

Las posibles erupciones incluyen escenarios de tipo basáltico, similares a los de La Palma, o incluso eventos más significativos relacionados con el propio Teide, aunque este último caso es menos probable.

En conclusión, el leve levantamiento registrado en el Teide es un recordatorio de la actividad volcánica latente en las Islas Canarias, pero no debería generar alarmas innecesarias.

Por el contrario, brinda la oportunidad de profundizar en el conocimiento de los complejos mecanismos geológicos de la isla, al tiempo que se refuerzan las medidas de seguridad y preparación para la comunidad.  

La última erupción del Teide: 1909.

 La última erupción del volcán Teide ocurrió en 1909, en la zona de Chinyero, en el lado noroeste de Tenerife.

La erupción comenzó el 18 de noviembre y duró diez días, finalizando el 28 de noviembre.

Las coladas de lava basáltica, aunque se extendieron varios kilómetros, no alcanzaron las zonas habitadas, evitando víctimas y daños significativos en las infraestructuras.

Sin embargo, las cenizas volcánicas y las coladas provocaron daños en la agricultura local, afectando terrenos cultivados.

Hoy, las coladas de 1909 siguen siendo visibles y representan un punto de interés para turistas y estudiosos, recordando que el Teide, aunque inactivo durante más de un siglo, sigue siendo un volcán activo y estrictamente vigilado.