Magnesio y potasio, energía natural para afrontar septiembre

Scritto il 05/09/2025
da VivileCanarie ,

Septiembre es el mes del regreso, de los nuevos comienzos y del cambio de estación. Después de meses de calor, sudoración y vacaciones más intensas de lo habitual, el cuerpo puede acusar cansancio, calambres musculares, insomnio o dificultad de concentración. Es un momento en el que conviene restablecer las reservas de energía. Entre los minerales más útiles en esta fase destacan el magnesio y el potasio, dos elementos que juntos representan una verdadera “recarga natural” para afrontar con vitalidad y lucidez las jornadas cargadas de compromisos.

El magnesio participa en más de trescientas reacciones bioquímicas. Está implicado en la producción de energía celular, favorece la relajación muscular y contribuye al correcto funcionamiento del sistema nervioso. En momentos de estrés o durante los cambios de estación, la necesidad aumenta y no siempre la alimentación logra cubrirla. Integrar magnesio en estas semanas puede ayudar a reducir la sensación de fatiga, mejorar la calidad del sueño y devolver equilibrio al estado de ánimo, regalando una percepción de mayor estabilidad.

El potasio, por su parte, es fundamental para el equilibrio hídrico, la transmisión de los impulsos nerviosos y la contracción muscular. Es el mineral “anti-calambres” por excelencia y resulta esencial tras jornadas calurosas o actividad física intensa. Una carencia de potasio se manifiesta con debilidad, agotamiento o dificultad en la recuperación. Reintegrarlo significa sostener corazón y músculos, contribuyendo a una sensación de fuerza y vitalidad que en este período puede marcar la diferencia.

La combinación de magnesio y potasio está particularmente indicada en septiembre. La acción sinérgica de estos dos minerales sostiene la funcionalidad muscular, favorece la recuperación tras el deporte y ayuda a contrarrestar el cansancio mental. No en vano muchas formulaciones los asocian en sobres solubles o comprimidos efervescentes, fáciles de tomar y de rápida disponibilidad. Para quienes practican actividad física, para quienes retoman los ritmos laborales o para quienes simplemente sienten aún el peso de los esfuerzos estivales, esta integración puede representar una ayuda concreta.

Cabe recordar que la naturaleza ya ofrece buenas fuentes de ambos minerales. Los frutos secos, las legumbres, los cereales integrales y las verduras de hoja verde garantizan un excelente aporte de magnesio; plátanos, patatas, albaricoques y espinacas son ricos en potasio. Integrar significa, por tanto, completar la alimentación, no sustituirla. La regla más importante es la moderación: seguir las dosis recomendadas y no excederse permite aprovechar al máximo los beneficios, sin efectos indeseados.

Las ventajas de la asociación magnesio-potasio se notan en la vida cotidiana. Los deportistas sienten menos calambres y recuperan más rápidamente. Quienes pasan muchas horas en la oficina se sienten menos cansados y más concentrados. Incluso la calidad del sueño puede mejorar, gracias al papel relajante del magnesio, mientras que el potasio contribuye a mantener estable la presión arterial, útil para afrontar días intensos de compromisos y estrés.

Septiembre es, por tanto, el momento ideal para prestar atención a estos dos minerales. Considerados como aliados naturales, pueden ayudar a transformar la reanudación de fatigosa en estimulante, apoyando vitalidad y buen humor. Magnesio y potasio, tomados con equilibrio, son un apoyo sencillo pero eficaz para acompañar cuerpo y mente hacia el otoño con energía renovada.