Proyectos públicos y privados transforman los servicios y las empresas locales
En los últimos años, las Islas Canarias están viviendo un proceso de transformación que va mucho más allá de su tradicional vocación turística. En el centro de esta revolución se encuentra la digitalización, una palanca estratégica que afecta tanto a las instituciones públicas como al tejido empresarial local. El archipiélago, siempre vinculado a un modelo económico fuertemente dependiente del turismo, está apostando por la innovación tecnológica para diversificarse, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y hacer que sus empresas sean más competitivas en el panorama internacional.
El impulso a la digitalización no surge de la nada: es el resultado de una programación que involucra al sector público y al privado, con inversiones específicas, incentivos y proyectos que apuntan a hacer de las Canarias un territorio más conectado, inclusivo y eficiente. Desde los servicios en línea para los residentes hasta las plataformas de comercio electrónico para las pequeñas y medianas empresas, la innovación digital es ahora parte integrante de la vida cotidiana.
Servicios públicos más accesibles
Uno de los ámbitos en los que la digitalización es más evidente es el de los servicios públicos. El Cabildo de Tenerife, por ejemplo, ha puesto en marcha en los últimos años una serie de plataformas en línea que permiten a los ciudadanos gestionar documentos, trámites y solicitudes sin necesidad de desplazarse físicamente a las oficinas.
La posibilidad de solicitar certificados, permisos o bonificaciones a través de la web ha reducido considerablemente los tiempos de espera y la burocracia, aumentando la transparencia y la satisfacción de los ciudadanos. Este proceso, además de mejorar la eficiencia administrativa, también contribuye a reforzar la confianza en las instituciones locales.
La digitalización de los servicios públicos también tiene un impacto positivo en la inclusión: las personas mayores, las personas con movilidad reducida o los residentes en las zonas más remotas del archipiélago pueden ahora acceder más fácilmente a servicios que antes requerían desplazamientos o largas esperas.
Un motor para las empresas
Al mismo tiempo, la transición digital representa una oportunidad extraordinaria para el sector privado. Las pequeñas y medianas empresas de Canarias, a menudo vinculadas a mercados locales y modelos de negocio tradicionales, están encontrando en la innovación tecnológica una herramienta para ampliar sus horizontes.
Gracias al apoyo de programas regionales y europeos, muchas pymes han adoptado herramientas de comercio electrónico, marketing digital y plataformas de gestión en línea que les permiten llegar a clientes internacionales. En un contexto globalizado, la posibilidad de exportar productos y servicios a través del canal digital abre escenarios que hasta hace pocos años eran impensables.
Sectores clave como el turismo, la cultura y la agroalimentación se encuentran entre los más dinámicos. En el turismo, por ejemplo, las plataformas digitales permiten diversificar la oferta, proponiendo experiencias personalizadas y sostenibles. En el ámbito cultural, los eventos y los museos se están abriendo a modalidades híbridas, con visitas virtuales y contenidos en línea que llegan a un público más amplio. También el sector agroalimentario, gracias al comercio electrónico, puede valorizar las excelencias locales y promoverlas a nivel internacional.
Un ecosistema en crecimiento
La digitalización no es solo una cuestión de herramientas, sino también de mentalidad. En Canarias se está desarrollando un ecosistema digital que conecta empresas, instituciones, universidades y centros de investigación. Esto favorece el nacimiento de proyectos compartidos, startups innovadoras y programas formativos que preparan a las nuevas generaciones para los retos del futuro.
La colaboración entre el sector público y el privado es fundamental: mientras que las instituciones crean las condiciones básicas (conectividad, simplificación normativa e incentivos fiscales), las empresas aprovechan las oportunidades y las transforman en crecimiento concreto. Este modelo virtuoso puede convertirse en un punto de referencia para otras regiones europeas que buscan combinar innovación y desarrollo territorial.
En Canarias, la digitalización no es solo una moda o un objetivo tecnológico, sino una palanca estratégica para el futuro. Hacer más eficientes los servicios públicos, abrir nuevos mercados a las empresas y construir un ecosistema colaborativo significa aumentar la competitividad y, al mismo tiempo, reforzar la inclusión social.
El archipiélago reúne todas las condiciones para convertirse en un ejemplo de cómo la innovación digital puede transformar un territorio periférico en un laboratorio de desarrollo sostenible, capaz de unir modernidad, tradición y apertura internacional.

