Italia no es solo el país de la moda, el diseño y la buena cocina. Entre las excelencias nacionales hay un primado del que se habla demasiado poco, pero que podría marcar la diferencia para el futuro del planeta: es el país más virtuoso de Europa en economía circular. El sexto Informe sobre la economía circular en Italia 2024, realizado por el Circular Economy Network en colaboración con ENEA, certifica que el país es primero entre las cinco mayores economías europeas por capacidad de reciclaje, eficiencia en el uso de los recursos y productividad. Un resultado que premia décadas de tradición manufacturera basada en la reutilización y el ingenio para transformar los desechos en valor.
Datos del informe 2024: 72% de reciclaje
El dato más impresionante se refiere a la tasa de reciclaje: en Italia reciclamos el 72% de los residuos totales (urbanos y especiales juntos), frente a una media europea estancada en el 58%. Catorce puntos porcentuales de ventaja son una distancia sideral cuando se habla de gestión de residuos. Significa que casi tres cuartas partes de todo lo que tiramos se recupera y se reintroduce en el ciclo productivo, en lugar de acabar en el vertedero o en la incineradora.
El primado italiano se confirma también mirando sectores específicos. Para los envases (papel, plástico, vidrio, aluminio, acero y madera) Italia alcanzó en 2021 una tasa de reciclaje del 71,7%, casi 8 puntos porcentuales por encima de la media UE estancada en el 64%. Para algunos materiales las prestaciones son aún más espectaculares: reciclamos el 81% de papel, vidrio y acero, mientras que para el aluminio llegamos al 74%.
El Informe 2024 utilizó por primera vez los indicadores oficiales de la Comisión Europea para comparar las cinco mayores economías de la Unión: Italia, Alemania, Francia, España y Polonia. El sistema de evaluación considera cinco macro-áreas (producción y consumo, gestión de residuos, materias primas secundarias, competitividad e innovación, sostenibilidad ecológica y resiliencia) y asigna una puntuación global. Italia totalizó 45 puntos, seguida de Alemania (38), Francia (30), Polonia y España (ambas con 26).
Otro indicador crucial es la tasa de uso circular de la materia, que mide cuánta materia prima secundaria (es decir, reciclada) se reutiliza efectivamente en los procesos productivos respecto al consumo total de materiales. En 2022 Italia registró un 18,7%, frente a una media europea del 11,5%. Solo Francia lo hace mejor que nosotros con el 19,3%, pero nuestro país mantiene de todos modos una posición de absoluta excelencia.
También en el frente de la productividad de los recursos los números premian a Italia: cada kilogramo de materia consumida genera 3,70 euros de PIB, frente a los 2,50 euros de la media UE. En la práctica, resulta más eficiente que los otros países europeos en explotar los recursos disponibles, generando más valor económico con menos material.
Sectores virtuosos y excelencias italianas
¿Pero cuáles son los sectores que impulsan este primado? La industria manufacturera italiana tiene desde siempre una vocación por la reutilización y la recuperación, fruto también de una cultura del "hacer con poco" heredada de la posguerra. El textil, la mecánica, el trabajo de la madera, la industria papelera: todos sectores donde Italia destaca precisamente gracias a la capacidad de valorizar los desechos.
Un ejemplo emblemático es el del sistema de depósito de envases reutilizables. En 2021 se recuperaron 1.380.000 toneladas de palets de madera y plástico, 386.000 toneladas de contenedores y bidones de acero, y 186.000 toneladas de botellas de vidrio. El 63% de los envases de madera y el 74% de los de aluminio se salvan del vertedero y se vuelven a poner en circulación.
También las pequeñas y medianas empresas, columna vertebral del sistema productivo italiano, están adoptando la economía circular. Una encuesta realizada entre diciembre de 2023 y enero de 2024 sobre 800 pequeños empresarios reveló que el 65% de las PYME declara poner en práctica medidas de economía circular, más del doble respecto a 2021. Se trata de actividades de mantenimiento, reparación, reacondicionamiento y reutilización que conservan la funcionalidad y el valor de los bienes duraderos.
El sector de la economía circular en su conjunto representa el 2,5% del PIB italiano y emplea a cerca de 613.000 personas con contrato indefinido (el 2,4% de los ocupados). Las inversiones ascienden a 12.400 millones de euros, igual al 0,7% del PIB, posicionando a Italia en tercer lugar en Europa después de Alemania y Francia.
Qué podemos aprender de Alemania y Francia
A pesar del primado, Italia no puede permitirse relajarse. Alemania, aunque tiene una tasa de reciclaje total inferior a la nuestra, nos supera netamente en el reciclaje de los residuos urbanos solamente: 69,1% frente a nuestro 49,2%. Esto significa que los alemanes son mejores en involucrar a los ciudadanos en la recogida selectiva doméstica, mientras que Italia destaca sobre todo en la recuperación de residuos industriales y especiales.
Francia nos supera en la tasa de uso circular de la materia (19,3% frente a nuestro 18,7%) y ha visto un crecimiento de la productividad de los recursos del 18% en los últimos cinco años, frente a nuestro modesto +2,7%. También España ha registrado un incremento de productividad del 16%, mientras Alemania ha marcado un +19%. Esto indica que, aunque partimos de niveles más altos, otros países están mejorando más rápidamente que nosotros.
Otro punto débil italiano se refiere a las inversiones: la cuota de PIB invertida en economía circular (0,7%) es inferior tanto a la media europea (0,8%) como a los niveles de Alemania (0,9%) y Francia (0,8%). Tras un crecimiento constante hasta 2019, las inversiones italianas disminuyeron durante y después de la pandemia, y aún no han recuperado el terreno perdido.
Desafíos aún abiertos
El Informe 2024 evidencia también algunas tendencias preocupantes. El consumo de materiales per cápita en Italia pasó de 11,8 a 12,8 toneladas por habitante entre 2018 y 2022, con un aumento del 8,5%. Estamos consumiendo más recursos, no menos, exactamente lo contrario de lo que debería hacer una economía verdaderamente circular.
La dependencia de las importaciones de materiales es otro nudo crítico: el 46,8% de los materiales que consumimos llega del extranjero, más del doble de la media europea (22,4%). Esta vulnerabilidad es particularmente evidente para las tierras raras, elementos químicos fundamentales para la transición ecológica y digital, de los cuales Europa es casi totalmente dependiente de China, Vietnam, Brasil y Rusia.
Está también la cuestión de los RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos). Aunque la tasa de reciclaje es elevada (87,1%), Italia consigue recoger solo el 33,8% de los RAEE producidos, muy por debajo de la media UE del 46,2% y lejísimos del objetivo europeo del 65%. Demasiados móviles viejos, ordenadores y electrodomésticos acaban todavía en el contenedor equivocado o se acumulan en las casas en lugar de ser entregados correctamente.
Finalmente, se necesita un cambio de paradigma cultural. Como subraya el Informe, el sector debe desplazar el foco "de la gestión de residuos a la producción de productos", creando mercados de materias primas secundarias que expresen valor económico real. No basta reciclar: es necesario que los materiales reciclados sean efectivamente comprados y utilizados por las industrias, cerrando verdaderamente el círculo de la economía circular.
El primado italiano en la economía circular es un patrimonio que hay que defender y potenciar. Demuestra que nuestro sistema productivo, a menudo criticado por ineficiencias y retrasos, cuando se trata de inventiva, adaptación y capacidad de hacer de necesidad virtud no tiene rivales en Europa. Ahora el desafío es pasar del liderazgo en la gestión de lo existente a la innovación del futuro: invertir en investigación, desarrollar nuevos materiales reciclables, crear cadenas industriales basadas en la reutilización. Porque la economía circular no es solo una cuestión ambiental: es la clave para una industria europea más competitiva, resiliente e independiente. E Italia tiene todas las cartas en regla para guiar esta revolución.
Fuentes
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Circular Economy Network y ENEA, "Rapporto sull'economia circolare in Italia 2024", mayo 2024 (circulareconomynetwork.it)
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Greenext, "Rapporto Economia Circolare 2024"
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SOGEAM, "Economia circolare 2024: a che punto siamo?", diciembre 2024
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Fondazione Operate, "Rapporto Economia Circolare 2024", mayo 2024
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Riccoboni Holding, "Il Rapporto 2024 sull'economia circolare in Italia"
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Procter & Gamble, "Economia circolare: principi, definizione e sviluppo in Italia", octubre 2024
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La Nuova Ecologia, "Italia prima in Europa per tasso di riciclo dei rifiuti con il 72%", noviembre 2024
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Economia Circolare.com, "'L'Italia che Ricicla' di Assoambiente: priorità a riciclo ed emissioni", noviembre 2024
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Cobat, "Circolarità: Italia conferma primato nei dati del rapporto 2024 del Circular Economy Network"
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Il Bollettino, "Il riciclo combatte l'inquinamento, ma l'economia circolare è in calo", enero 2024

