Los Moros del Reloj: cuando un rey de Tenerife llegó a la Serenísima
Alza la vista en la Plaza de San Marcos, justo en la esquina norte, y déjate atrapar por un latido que no es un corazón sino un repique. Dos figuras oscuras, imponentes, levantan los brazos y con un golpe decidido marcan el paso del tiempo. Son los célebres Moros de la Torre del Reloj de Venecia, que desde hace más de quinientos años acompañan la vida de la ciudad.